martes, 31 de enero de 2012

“Los intelectuales detestan el fútbol”



La “queja” tiene por autor a Osvaldo Soriano, de quien el domingo se cumplieron 15 años de su fallecimiento. Fanático de San Lorenzo, el Gordo fue el autor de conocidos cuentos que tienen
al fútbol como eje central, como por ejemplo “El penal más largo del mundo” o el “Hijo de Butch Cassidy”. Pero la obra cumbre del marplatense en materia de literatura futbolística no se consigue en las librerías, como podría suponerse, sino en el campo de juego. Se trata del Osvaldo Soriano Football Club, que fue fundado en 2001 por un grupo de escritores italianos y que bien podría haber salido de la mente de Gordo.
“La idea nació a instancias de Silvia y Paola, dos jóvenes de la ciudad de Cesena, quienes juntaron a una treintena de literatos bajo la consigna: ‘¿Juegan?’ Todos respondimos que sí.
Hubiera sido como renunciar a la selección”, reconoció Beppe Servegnini, autor de La cabeza de los italianos, en la edición de septiembre de 2011 de la revista Un Caño.
La movida del O.S.F.C, cuyo escudo es el dibujo con el que Daniel Paz homenajeó a Soriano en Página 12 aquel 29 de enero de 1997, se transformó en la fundación de una Liga de Escritores.
Entonces, desde 2005, el Soriano juega partidos a beneficio contra equipos de Inglaterra,
Israel, Alemania, Hungría y Suecia. Para ser “seleccionable” hay que tener un libro publicado.
En nuestro país, la idea picó en 2010. En ese año, el dramaturgo Rafael Spregelburd recibió el ofrecimiento de parte de los organizadores de la Feria del Libro de Frankfurt para que Argentina juegue un partido contra un combinado de escribas alemanes. A las apuradas, Spregelburd
se puso en contacto con un grupo de conocidos y convinieron en fundar el Combinado
Argentino de Dramaturgos (CAD). LA gira inaugural fue por demás positiva, que el elenco “albiceleste” acumuló un empate sin goles ante el OSFC y una victoria por 1-0 ante los teutones, justo después de la eliminación argentina en el Mundial de Sudáfrica.
Esa vez, la pluma hizo lo que las piernas no pudieron, pese a la confesión del italiano Enrico Remmert, defensor del OSFC: “perdemos seguido, pero estamos acostumbrados, quizá porque
somos escritores”.
*Publicado el 30 de enero de 2012 en Hoy Día Córdoba. Sección "Sepia"