jueves, 11 de octubre de 2007

Nombre propio


La semana pasada se cumplieron seis meses del asesesinato del maestro Carlos Alberto Fuentealba, quien murió por el estallido de una granada lanzada por un policía durante un corte de ruta en Neuquén que los docentes realizaban en reclamo de mejoras salariales.
Fuentealba, Julio López, Pocho Lepratti (y los nombres siguen) tuvieron que ser asesinados para que muchos argentinos de a pie no sacaramos, por un rato, el velo que tapa nuestros ojos para darnos cuenta (por un rato) que la vida es mucho más que el celular, el televisor pantalla plana y un buen asado. Puteadas al gobierno mediante, nos reconciliamos con nosotros y volvemos a nuestra vida común y silvestre.
Pero atrás de todos ellos, hay miles de luchadores populares cuyos nombres no sabremos nunca. Son los héroes anónimos que luchan contra la desnutrición de los indios tobas en el Impenetrable chaqueño, en las villas misieria, combaten como pueden la desigualdad social, el hambre, la falta de contención, etcétera.
Fuentealba, López, Pocho Lepratti, Darío y Maxi, son sólo nombres propios, pero detrás de ellos hay muchos otros luchadores populares que deben ser reconocidos. No hace falta que mueran para que los ayudemos. ¿Podremos? ¿Queremos?

PD: El dibujo es de Sabat.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fuentealba

y la lista sigue...rememorando el aniversario de su asesinato hace pocos dias, el Che, Tupac Amaru, Torrijos, Allende, Martin Luther King, Pancho Villa, Emiliano Zapata, Agustin Tosco, entre otros, ademas de los 30.000 desaparecidos, y todos aquellos que creyeron q un mundo mas justo era posible y se encontraron con la muerte.
Eugenia.