El jueves pasado escuché por radio Mitre Córdoba a un especialista en comunicación (cuyo nombre no recuerdo) que señalaba que los medios amarillistas inducen a la gente a darle más importancia a las noticias de tinte sensacionalista por encima de la realidad. Es decir que por el bombardeo mediático, la gente tiende a dar por verdaderos ciertos hechos que lejos de ser verdaderos, son amarillistas. No sé porqué me vino eso a la cabeza cuando leí el diario Perfil del último domingo.
PD: El mismo jueves, me subí a un taxi y lo primero que me comentó el tachero fue: "que bárbaro lo de Norita. Ahora parece que la mató el hijo homosexual".
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